Si ayer os presenté a Gorrón, hoy os tengo que decir que el pobre nos ha dejado.
Como ya iba siendo de costumbre durante estos 4 días, me he levantado bien temprano para empezar a dar de comer a Gorrón, pero esta mañana algo era diferente. No piaba ni hacia gestos de querer comer mucho. Se le notaba débil y torpe, aún así el pequeño gorrión ha comido algo, pero a las 13:30 Gorrón ha dejado de moverse. Pensaba que le podría salvar, pero se ve que es más difícil de lo que aparenta. Cuatro días en los que he dormido poco y casi no he podido salir, ya que cada 15 minutos pedía comida y tenía que estar muy encima de él.


Espero que la próxima vez (si es que hay) tenga más suerte y no se caiga del nido y sea cuidado por sus padres. Y pensar que ya me lo imaginaba grande y revoloteando por el cielo.